Douglas Tompkins un benefactor de la humanidad.
El día 9 de diciembre de 2015, saltaba la noticia:
“El millonario y filántropo naturalista Douglas Tompkins fallece en Chile, a los 72 años de edad, por una hipotermia tras caer al agua helada”.
Tompkins, fundador de las marcas The North Face y Esprit, dedicó gran parte de su vida a crear las siguientes plataformas:
– Foundation for Deep Ecology, que destina sus esfuerzos a proteger la naturaleza y promover la agricultura ecológica.
– Conservation Land Trust, fundación que compra grandes extensiones de terreno para transformarlas en parques naturales.
Recientemente, el 31 de enero de 2018, el diario EL PAÍS publica:
“Chile crea un parque natural del tamaño de Suiza”
“La presidenta Michelle Bachelet ha autorizado el uso de 4,5 millones de hectáreas para preservar bosques nativos y estimular el turismo”
A nadie se le escapa, que este suceso forma parte del soberbio legado de Douglas Tompkins. Como así reconoció Michelle Bachelet cuando dirigió a su viuda, Kristine McDivitt Tompkins, las siguientes palabras:
“Es un gran día para Chile. Está en manos de la humanidad detener la destrucción del planeta. Honraremos la generosidad de Tompkins, un visionario que se armó para hacer frente a las críticas”.
Y sí, fueron muchas las voces que, de manera infundada, le acusaron de: “querer esconder extraterrestres, robar el agua, crear un estado judío, hacer minas o poner un cementerio nuclear”. Nada más lejos de la realidad, Douglas Tompkins fue un hombre que “dejó de vender a la gente cosas que no necesitan” para dedicar gran parte de su fortuna y vitalidad, a luchar por la conservación del planeta.